viernes, 6 de junio de 2008

La soldadura MIG

¿La soldadura MIG (Metal Gas Inert) ha sido trascendental en la historia de la metalurgia?

En 1948 hizo su aparición el segundo proceso importante de soldadura en atmósfera inerte, que demostró poder ser utilizado satisfactoriamente en muchos de los tipos de uniones que no eran idealmente adecuados para el método de arco de tungsteno. En la soldadura con arco de tungsteno el electrodo era no consumible, pero en el nuevo método el electrodo se presenta en forma de alambre que se consume durante la soldadura suministrando el metal de aportación. Este alambre era alimentado al arco desde una bobina a la misma velocidad que se fundía. El término arco metálico se utiliza para denominar un proceso de soldadura al arco en el cual el electrodo se consume durante la soldadura para suministrar metal de aportación y el nuevo proceso fue conocido por ello como soldadura por arco metálico en atmósfera inerte.

No pasó mucho tiempo antes de que se utilizasen otros gases distintos de los inertes, de forma que los procesos pueden ser denominados concretamente en la actualidad como arco metálico en argón, arco metálico en helio, arco metálico en (02, etc., con la denominación general de arco metálico en atmósfera de gas para la totalidad de la serie.



En los primeros aparatos el alambre era empujado a través de un tubo flexible hasta una antorcha de tipo de pistola, donde se hacía el contacto con el conductor de la corriente de soldadura. El gas argón para proteger el baño de soldeo pasaba a través de una boquilla que rodeaba el alambre de metal de aportación; aunque la pistola se sostenía en la mano el proceso poseía ciertas características corrientemente asociadas con la soldadura automática. Fue el primer proceso manual que utilizó el principio de autoregulación del arco, en el cual la longitud de arco se mantenía constante durante la soldadura independientemente del movimiento del operario. En la actualidad hay incluso máquinas portátiles que se alimentan de baterías.
Una característica especial del proceso, que hace posible utilizar la autorregulación del arco y el tubo de alimentación flexible hasta la pistola es el pequeño diámetro del alambre del electrodo, de aproximadamente 1,6 mm. El metal se transfiere axialmente desde este alambre de electrodo a la pieza trabajada en una corriente de finas gotas. El desarrollo del método de soldadura por arco metálico en atmósfera inerte, al principio de los años cincuenta, estuvo estrechamente asociado con la soldadura de aleaciones de aluminio, que en aquel tiempo vinieron a establecerse como materiales estructurales, particularmente en la construcción naval en la que se necesitaba un proceso que pudiese soldar en cualquier posición. Si no hubiese existido la necesidad de estructuras de aluminio en 1950, el proceso puede que se hubiese desarrollado más lentamente fue una suerte el que el aluminio fuese uno de los primeros metales que se intentasen para ellas, pues como se sabe ahora, la transferencia del metal a través del arco es más satisfactoria con el aluminio que con cualquier otro metal.


Siguiendo al éxito del uso de la soldadura por arco metálico en atmósfera inerte en el aluminio, se hicieron intentos para aplicar el método a otros metales no férreos, y a los aceros. El empleo de la soldadura con argón no era económicamente atractivo en aquel tiempo, pero después de algunos años de investigación en la URSS, Gran Bretaña y USA se desarrollaron técnicas que permitían el uso satisfactorio del anhídrido carbónico como gas protector.

Este gas es más barato y en muchas aplicaciones hace al proceso competitivo con otros ya establecidos, tales como el de arco metálico.

Más recientemente se han hecho populares mezclas de gases a base de argón.

Se ha tratado con bastante detalle la historia de la soldadura por arco en atmósfera inerte, desde el primer uso del helio con arco de tungsteno en los años 60, porque es posiblemente la mejor introducción a esta importante serie de procesos. El impulso después de cada nuevo avance puede verse en perspectiva, puede apreciarse que las circunstancias han sido extraordinariamente favorables a su rápida explotación.